Contratar a una señora de la limpieza puede ser una sabia elección cuando se dispone de poco tiempo libre y se necesita ayuda para limpiar la casa. Sin embargo, antes de tomar esta decisión, debe establecer un buen proceso para aprovechar al máximo la experiencia de su empleada. Aquí tienes algunos consejos para hablar con ella y optimizar el proceso de limpieza.
Qué preguntar a su limpiador doméstico
Durante la primera reunión, haz las preguntas pertinentes para asegurarte de que tu proveedor de servicios es capaz de satisfacer tus expectativas y necesidades. Para ello, pregunte a la limpiadora qué tareas puede realizar. Algunos empleados ofrecen servicios personalizados, mientras que otros tienen una lista estándar. Déle instrucciones claras sobre cómo quiere que se haga cada tarea y elabore un calendario regular para su realización. Comenta con ella si quiere que le proporciones productos de limpieza. Si tiene alergias o intolerancias, aprovecha para enumerar los ingredientes que las provocan.
También debes tratar las cuestiones relativas al pago. Pregunta a tu proveedor de servicios por sus tarifas y el método de pago que acepta. Sé específico desde el principio para evitar malentendidos o recargos inesperados. Si no puede estar en casa durante la limpieza, coméntelo con su limpiador. Como puedes ver en www.plusbellelavitre.fr, este tipo de profesionales son flexibles y pueden fijar las horas de trabajo en función de tu disponibilidad.
Lo que puede hacer usted mismo
Para maximizar la eficacia de su limpiadora, ordene su casa meticulosamente. Así le ayudarás a ahorrar tiempo y a terminar el trabajo en cuanto llegue. Si tienes platos, vasos o cubiertos sucios, lávalos. Así podrá concentrarse en otras actividades más importantes. También puedes limpiar a fondo las superficies de tu casa, como encimeras, mesas y estanterías. De este modo, tu limpiador podrá ocuparse de tareas más complejas, como limpiar suelos o ventanas.

¿Con qué frecuencia debe llamar a la señora de la limpieza?
Tenga en cuenta el tamaño de su casa a la hora de decidir con qué frecuencia puede necesitar una limpiadora. Las casas grandes con muchas habitaciones necesitan una limpieza regular, mientras que las más pequeñas requieren una frecuencia más moderada.
El número de habitantes y sus hábitos diarios también son importantes. Una familia con niños y mascotas puede generar más suciedad y manchas. Para mantener limpio su espacio vital, el limpiador debe visitarlo con frecuencia. Si, por el contrario, en la casa sólo vive una persona, es posible que tenga que atenderla con menos frecuencia.
Supervisar el mantenimiento de la casa
Después de cada sesión de limpieza, comprueba el estado de la casa para asegurarte de que está limpia. Haz una lista de las imperfecciones y señálalas a tu empleada. Háblale para expresarle tu disgusto, y luego infórmale de tus expectativas para futuras sesiones.
Vale la pena hablar abiertamente con tu limpiadora. Para ello, pídale su opinión sobre su propio rendimiento y averigüe qué puede hacer para mejorar su eficacia en el futuro. Para evitar cualquier inconveniente causado por una limpieza deficiente, ponte en contacto con una empresa de limpieza de confianza. Pueden enviarte especialistas con experiencia en la materia. Esto te garantiza un trabajo pulcro e impecable.





